Aunque ya pasó hace unos días, quiero celebrar mi particular “Día de la Paz de San Antón”, con una pequeña poesía que encontré por ahí…
Pasó el perro a mi lado. Un perro de pobre casta,
uno de esos callejeros pobre de sangre y de estampa.
Nacen en cualquier rincón de perritas tristes y flacas,
destinados a comer basura de plaza en plaza.
De pequeños, por lo fino y lo ágil de la infancia,
baloncitos de peluche, tibios borrones de ala,
los sacan al sol, les cantan.
De mayores, como ya se les fue la gracia,
los dejan a su ventura, mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones y su sed sobre las charcas.
Y que tristes ojos tienen, que recóndita mirada,
como si en ella pusieran su dolor a media asta,
y se mueren de tristeza a la sombra de una tapia
si es que un lazo no les da una muerte anticipada.
Yo lo llamo...todo orejas asustadas, todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia.
El perro escucha mi voz, olfatea mis palabras
como esperando o temiendo pan, cariños o pedradas.
No en vano lleva marcado un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar...dócil, a medias avanza,
moviendo el rabo con miedo y las orejitas gachas.
Le digo: ven aquí, no te hago nada, vamos ven,
y adiós a la desconfianza, y se tiende a mis pies,
con tiernos aullidos habla, ladra para hablar más fuerte,
salta, gira, gira, salta, lloran y ríen, ríen y lloran
lengua, orejas, ojos, patas y el rabo es un incansable
abanico de palabras.
Es una alegría tan grande que más que hablarme me canta.
¿Qué piedra te dejó herido? Sabe que maldigo las piedras,
aquella pedrada dura que le destrozó la pata,
y él con el rabo me está agradeciendo la lástima.
Pero no te preocupes, ya no ha de faltarte nada,
yo también soy callejero, aunque de distintas plazas,
y con mi patita renga y triste voy de jornada en jornada,
las piedras que me tiraron me dejaron herida el alma….
(Haced clic en el enlace si la queréis ver completa: Fuente; Manuel Benítez Carrasco)
Y mi pequeña postdata…
Pues somos perritos,
No juguetitos.
Sino seres vivos.
Y honor sea rendido,
Al que nos da cariño de verdad,
Y nos ofrece, la libertad.
Somos tu mejor amigo,
Siempre fiel,
Pase lo que pase,
Y te damos la paz.
¿No es injusto, que,
Por tanta fidelidad,
Se nos premie con
Tanta burla?
¡Feliz día de la paz de San Antón, perrunos amigos!
Y ahora mi aventura del finde…
Hola de nuevo a tod@s…
Siempre, en nuestras vidas, nos pasan cosas, unas buenas y otras no tanto, Unas cortas y otras muy, pero que muy largas y, a estas últimas suelen llamarlas “Odiseas”.
Un ejemplo de Odisea es el que tardaron sus Majestades los PPMM, o sea, los Perrines Magos de Oriente, en traer el coche de papi, y eso que Japón les pillaba de paso, que para eso es el comienzo del Oriente…
Además, hace relativamente poco tiempo, tod@s sufrimos el bonito “Cold and Sec White-Washed by Mom Nature” que dice mi Santa Sandra particular, o sea, un lavado de agua fría y “en seco” con que nos regaló “Mami Naturaleza” al principio del año. En ese momento la Odisea no era la nieve en sí, sino el caminar por ella, pero si que fue divertido ¿verdad?. Bueno para algunos bipes no, y, desde aquí, deseo que los bipes de Toy, Peque y Mimo se recuperen muy pronto, de sus percances con el hielo escondido debajo de la nieve….
Otra Odisea fue cuando ese mantito blanco tan precioso comenzó a irse, entonces vino la Odisea del barro; y no es que me disgusten las peleas de barro, sino que hay que reconocer que uno sale muy sucio de allí, luego toca baño al llegar a casa y, quizás, una pequeña riña de mami por volver sucios a casita…
Pero existen otras Odiseas a parte de las mágicas y de las meteorológicas… Por ejemplo, el pasado finde estábamos jugando, especialmente Loli y Milú, cuando llegó Tommy y nos llamó a todos para que nos reuniéramos en torno a él, tenía una mala noticia que darnos…
¡No nos lo podíamos creer!… Nuestra amiga Luna, la Beagle, ¡se había ido de casa!. La muy tontorrona se marchó siguiendo un rastro de esos que tanto nos excitan a veces... Y así desde el jueves hasta que apareció, estuvo con su Odisea particular y sus bipes con la suya buscándola. Menos mal que acabó bien.
Luego nos encontramos con Ulyses que estaba un poco cohibido y triste… Creo que estaba buscando a su “Penélope”, que no su “Cruz” (jejeje) por el parque. Cuando nos encontramos con él le saludamos como buenos amigos pero se debía de creer que éramos Perrifemos de un solo canino o Pirrénas que queríamos impedir su regreso a casa y no nos hizo mucho caso, como el de la leyenda perrigriega….
Por la tarde todo parecía haber vuelto a la normalidad pero nada de eso… Aquello era otra Odisea, parecía la Selva y no porque estuviera ella esperándonos con sus dos nuevos hermanitos… Sino porque entre unos y otros nos juntamos unos 14 congéneres que volvimos locos a nuestros bipes, que no sabían a dónde mirar de tantos como éramos y como corríamos…
Algunos acabaron agotados de tantas “perrerías”
Pero otr@s aún tuvieron ganas de jugar hasta el final, cuando ya casi no se veía…
En fín, que tuvimos un sabadito muy Odiseico, o al menos a mi me lo pareció.
Os dejo las fotos de ese día Un Braco…
El domingo fue un día tranquilo, sin muchos amigos, puede que castigados por haberse ensuciado el día antes… Me encontré primero a un pequeño rey, King, que iba atado para evitar que se escapase como Luna…
Y por la tarde a una pequeña emperatriz, Julia, de la dinastía de los Bulldog Franceses… a la que rendimos pleitesía, como bien se merece una reina, Pepa y yo…
pero lo que no le dimos fue la zanahoria de la coronación, que nos la quedamos nosotros ya que la plebe, a veces, sale algo “Perrublicana”, jejejeje
Os dejo las pocas fotos de ese día de Reyes
¡Hasta pronto amig@s, que tengáis un buen finde!
Yogui