Suena un poco trágico pero lo primero es contaros que por fin hubo fiesta con churros... Al principio y tal como transcurrieron estos días las cosas no estaban muy claras, nadie sabía si se iban a cerrar las fiestas. Andaba yo por el paseo con un nuevo amigo cuyo nombre me sonaba a una pequeña isla italiana -Bari- cuando llegó Otto con la noticia. Esa tarde debían de hacer un corderito a la estaca -Mmmm me relamo de solo pensar en lo bueno que hubiera estado- pero no se que ley de los bipes les impide hacer fuego, al aire libre, en verano... el caso es que quizás, por esa menudencia, estaban todos los bipes un poco alicaídos, -por la misma razón creíamos se iban a suspender los fuegos celestes- y por eso la fiesta no funcionaba... Bari se marchó porque tenía mucho calor, pero Otto y yo decidimos bajar al parque de la fiesta para enterarnos bien de qué es lo que realmente ocurría...
Por el camino nos encontramos esos curiosos caballitos con cuernos. No nos hicieron caso... Pienso que se estaban haciendo los interesantes pero seguro que era porque no sabían muy bien qué ocurría con la fiesta. La próxima vez que les vea yo también les voy a ignorar.
Al llegar al parque tuvimos que andar con cuidado... alguien había roto una botella y dejado los cristales en el suelo... como podíamos cortarnos decidimos ir con cuidado y sentarnos a la sombra de un arbolito... se parecía al famoso parking perruno.
El problema fue que desde allí no pudimos enterarnos muy bien lo que pasaba. Otto se cansó de esperar y se marchó cuando llegó mami. Yo me puse de un contento que empecé a jugar con mi correa y se me quedó cara de "carlino".
En ese momento llegó Hugo, que quedó un poco triste al ver que Otto se marchaba. Como tampoco tenía piedras con las que jugar se marchó enseguida... estaba de un mimoso.
Al poco de marcharse Hugo apareció Paul... Juntos nos pusimos a esperar, aún era de día y hacía calorcito. Pasado un tiempo nos dimos cuenta de que estaban llegando bipes y algún que otro colega sin parar. Entonces me vino un olor fantástico y tras mucho escudriñar me di cuenta que la churrería estaba abierta, ¡por fin!... Le suplique a papi que me comprase
un churrito y todos juntos nos acercamos al centro de la fiesta.
La verdad es que papi se portó genial, primero compró una bolsita con los churros y porque estaban calientes que si no me los hubiera comido todos de una sentada. La verdad es que desde que los olfateé no cesé de pedir a papi que me diera a probar uno. Todo el tiempo mirábamos -Paul también- hacia los churros, pero tuvimos que esperar a que se enfriaran un poco... y aún así, cuando papi nos dio un trocito a cada uno, me pareció que todavía estaba un poquito caliente, pero estaba tan delicioso...
Ya era hora de volver a casa -los perritos buenos nos acostamos pronto-, pero solo emprendimos el camino cuando la orquesta empezó a ensayar... hacían demasiado ruido para mis oídos y los de papi y mami que ya no están para mucho ruido. De regreso a casa me encontré con Cuqui. Me invitó a pasar a su casa para jugar un poco, así no nos pillaría ningún coche. Estaba muy contento, no solo por verme a mí, sino porque estaba esperando a que llegara su bipe de un viaje muy lejano... qué contento se puso cuando llegó. Me encantan las cosas que terminan bien.
Luego al llegar a casa, y como premio por portarme bien, papi me regaló un churro entero... Mmmmm, delicioso, quiero más. ¿Cuándo será la próxima fiesta con churros?.
Las fotos... arf, arf, arf
Created with Admarket's flickrSLiDR.
Al día siguiente me encontré con Zora, estaba muy guapa, y Lucky, tan juguetón como siempre... Les conté lo de los churros y ellos quisieron apuntarse para el último día, pero no se muy bien si sus bipes les bajarán a la fiesta y se los comprarán...
Lucky no paró de correr molestando a Zora, que gruñía de vez en cuando para ponerle en su sitio -ya sabéis como son las chicas, arf, arf,arf...-. Al final nuestros bipes empezaron a darnos chuches por ser buenos perritos... Creo que nos malcrían un poquito, pero por mi pueden seguir malcriándome de esa forma, arf, arf,arf...
Papi no sacó muchas fotos pero...
Created with Admarket's flickrSLiDR.
Ayer por la noche fueron los fuegos celeste... pequeñitos pero muy ruidosos... Salimos a la terraza para verlos. Cuando pueda os los enseño, pero aún tengo que subirlos a Internet... y, la verdad, es que no han quedado demasiado bien. Después de los fuegos cené un yogur y me fui a dormir...
El problema es que últimamente veo a mis papis un poco tristes desde que secuestraron a mi bipe Carlos... Sé que hablan mucho por teléfono con los secuestradores y me temo que quieren hacer un intercambio de rehenes. Si, creo que se lo debo a mi bipe y tendré que sacrificarme por ellos y quedarme este mes de calor con los abuelos en la playa... no se si lo pasaré bien. Además no podré contaros nada de mi encierro veraniego, ni enterarme de vuestras aventuras... snif, snif, snif...Adiós amigos, sed buenos si podéis. Espero volver pronto...
Patitas y lametones para todo el mundo.
Yogui.
PD: Hola a tod@s, soy Carlos, "el papi" de Yogui. No le hagáis mucho caso, se monta demasiadas películas en su cabecita. Solamente que nos marchamos de vacaciones al calor del sur y estaremos incomunicados unos días, pero volveremos con nuevas aventuras y muchas fotos... Besos a todo el mundo.