Como os decía ayer, después de la lección del tobogán que nos dio Coco llegamos a casa eufóricos. Yo intenté relajarme hasta la hora de la comida, pero me fue imposible. La detecté al instante, mi visión casi felina hizo que me diera cuenta de su presencia y, ayudado por mi gran olfato, localicé su presencia... era la mejor pieza de caza mayor con la que me he tropezado hasta ahora. En seguida afloraron mis instintos leoninos y me dispuse a practicar aquello que mis genes ocultos llevaban pidiéndome que realizara desde que soy un perrito casi adolescente, me dispuse a cazar al intruso para sobrevivir. Era grande y con alas, y no juzguéis la diferencia del tamaño, ya que seguramente era venenosa... era la mayor hormiga alada que mis papis habían visto hasta la fecha. Yo me interpuse entre ellos y ella para que no resultaran heridos, debía protegerles de los ataques de la intrusa. Por cierto si queréis apreciar la intensidad del combate -os advierto que las imágenes son bastante impactantes- no dejéis de ver el vídeo que hay a continuación.
Una foto porfa...
¡Pregúntame!
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lunes, 30 de junio de 2008
Fin de Campeonato, el sábado 2ª parte
Fin de Campeonato, el sábado 1ª Parte
Estoy empezando a escribir esto recién los bipes han estallado de alegría porque alguien ha ganado en el juego de pelota... Se oyeron muchos truenos, pitidos y también algún grito de alegría. A pesar del ruido no me asusté y cuando todos se calmaron me pude esconder para empezar a escribir... pero es tan tarde que lo escribiré por partes y lo terminaré a lo largo de la semana... ¡estad atentos!.
El sábado hizo calor y, como todos lo habéis sufrido en vuestras carnes, no hace falta que os diga la longitud que alcanzaron las lenguas de los colegas en cierto momento del día. A pesar de ello la mañana no comenzó demasiado calurosa.
El más madrugador fue Otto, que nos esperó pacientemente. Al llegar parecía que no queríamos saber nada el uno del otro... no os equivoquéis, nos repartimos el trabajo de vigilancia. Yo miraba al norte y él al sur para ver quién de nuestros amigos llegaba primero.
El primero en hacerlo fue el bueno de Paul, que todavía mantiene cierto aire de timidez con los grandullones de la pandilla. Sobre todo con Coco, que fue el siguiente en aparecer y al que tuve que ir a buscar para que se acercara... ya sabéis que le pierden las margaritas y se había entretenido con una.
Coco es un buen perro a pesar de la fama de cascarrabias que arrastra cuando hay juguetes o chuches de por medio. Reclamó y consiguió unas buenas caricias de nuestros bipes, que le adoran.
También llegó Duna, a la que intenté convencer que soy un buen perro para que juegue conmigo... pero ella sigue inmune a mis encantos, aunque no desespero y sé que algún día conseguiré que juegue conmigo.
Como para entonces ya hacía bastante calor, estábamos todos los peques refugiados a las sombras que nos proporcionaban las piernas de nuestros bipes -¿por qué ellos tienen piernas y nosotros patas?, ¿os lo habéis preguntado alguna vez?, creo que es un tipo de lenguaje racista para con nosotros, un día de estos habrá que ponerle remedio-. Decidimos marcharnos a nuestras casitas. Al menos a mi me esperaba un ligero desayuno y un fresquito suelo, a la sombra, en mi habitación.
Al llegar a un parque nos encontramos un tobogán sin niños y Coco nos hizo una demostración de lo listo que es, ver el vídeo...
Aunque os dejo el enlace para las fotos de todo el sábado, el relato acaba aquí por el momento. mañana intentaré contaros el resto del fin de semana.
Patita y Buenas noches
Yogui
viernes, 27 de junio de 2008
Nuevas amigas, Brown... y un Pavo.
Viernes, cerca del anochecer. Es el paseo de la noche y la estoy olfateando. No se muy bien dónde está, pero se que está cerca, muy cerca, y que de un momento a otro la veré aparecer por algún recodo del paseo. Ella ya me conoce. Fueron solo unos breves instantes, hoy al mediodía, pero suficientes para hacerme perder la cabeza. Me he vuelto a enamorar. Muchos de vosotros diréis que soy un veleta. Que no mantengo mi palabra y que qué pasa con Tola... Pero ella lleva puesto ese perfume que nos hace perder la cabeza, los sentidos y la compostura, por decir solo unas pocas cosas. ¿Por qué se lo ha puesto?. No me lo preguntéis, ni siquiera ella misma lo sabe, pero sí que con ese perfume se hace irresistible a cualquier perrito. Se llama Zora y es muy guapa.
Intenté ponerme a su altura, pero no sirvió de mucho y al final seremos solo amigos... y mira que lo intenté pero ella, a pesar de mis esfuerzos, no me facilitó mucho las cosas.
Cuando se marchó siguiendo su paseo abubipe me sujetó con firmeza para que no la siguiera... hubiera ido hasta el fin del mundo por ella, pero con ella. Desapareció de nuestra vista, pero el perfume era tan intenso que aún sentía su presencia a mi lado. Me propuse seguirla y conduje a papi en esa dirección. Creía estar alcanzándola cuando apareció Tuna. A pesar de mis primeras intenciones, las buenas costumbres que me han enseñado en casa, me hicieron recapacitar y presentar mis respetos a la nueva colega... Un poquito gruñona, sobre todo si nos acercamos a su dueña, a la que parecer querer proteger del resto de los perros, pero una buena perrita al fin y al cabo. Estábamos compartiendo unas galletas que nos había dado su bipe, e intentando jugar, si lograba separarla de su bipe, cuando apareció Brown,
un cachorro de Carlino que la hizo recapacitar un poquito, pero no mucho. Brown es y será un buen tipo, se le nota su carácter bonachón. Es cierto que su respiración, cuando está agitado, me pone un pelín nervioso, pero no mucho más que la del pobre Atila.
Si, hace mucho que no vemos a Atila por el parque. Parece ser que cuando "el gafe" estaba haciendo de las suyas, no solo me afectaba a mi, también a otros y, entre ellos, a Atila. Realmente lo que os voy a contar es un rumor pero seguramente muy cierto, el caso es que el dueño de Atila tuvo un ligero percance -Atila no estaba implicado en ello- y se vio imposibilitado seguir cuidando del pobre perrito, por lo que, al parecer, lo ha regalado. Espero que Atila se encuentre bien allá donde esté.
Volvamos a lo nuestro... Tuna se marchó al igual que Zora y me quedé jugando unos minutos con Brown. Cuando él también se fe apareció Dona, otra perrita de la misma raza que mi primita Roma.
Dona y yo estábamos atados y no nos soltaron por lo que nuestros juegos fueron solo unos pequeños amagos de carreras, solo las salidas. Dona conoce a Otto y a otros muchos perrit@s que yo no sabía que vivían en el barrio. Espero verles algún día y así os los presentaré debidamente.
¿Y el pavo?... pues yo no me lo voy a comer porque tiene una enorme y preciosa cola... Os dejo su foto en uno de sus paseos por mi ciudad.
El resto de las fotos... debajo
Buenas noches y nos leemos mañana.
Patita
Yogui
lunes, 23 de junio de 2008
Llegó el verano




















sábado, 21 de junio de 2008
Se acaba la primavera, con el gafe a cuestas





Yogui
miércoles, 18 de junio de 2008
¿Estamos gafados?






