Se acaba la primavera, con el gafe a cuestas

Pues al final era cierto, esto se acaba y el tal Lorenzo empieza a hacer su trabajo de verdad... Ya llevamos tres días que, para los perritos como yo, se hacen insufribles del calor que pasamos... pero, ¿dónde estaba la última vez?.... ¡ya me acuerdo!, el gafe.

Llevo estos tres días buscándole por todas partes a ver si se va de una p... vez -me salen palabrotas de lo irritado que me tiene-, y es que el pelma aún continúa haciendo de las suyas, os cuento:

 

El jueves mi bipe acabó el cole y salimos a pasear al mediodía para estirar un poquito las piernas y tomar el sol. Nos sentamos en una terraza, pero hacía tanto calor que yo tuve que pedirle que me escondiera a la sombra. Estaba tan agotado que también me ayudó a levantarme para ver bien quién pasaba... a lo mejor el gafe andaba cerca de allí.

Como no veía a nadie salí a buscarle por el paseo. Me encontré a Lucky. Él tampoco  lo había visto.

Estoy tan nervioso que dudo de todo el mundo... ¿Sería Lucky el gafe?. Tenía mis dudas, pero con un nombre como ése es imposible,  así que esta vez apenas nos peleamos y aprovechándome de su "suerte" me acerqué un poco a él, sin que se diera cuenta, para ver si me pegaba algo de ella y asustaba de una vez por todas al gafe. No fue así, como luego veréis.

También andaba por allí un perrito muy cariñoso llamado Sil. Es verdad que algo gordito y torpón, pero tenía cara de bueno, haría buena pareja con mi prima Cala, quizás se lo presente.

Todo transcurría bien hasta que llegó la hora de marcharnos y, entonces ocurrió la tragedia... No nos habíamos alejado mucho, y tampoco había pasado mucho tiempo, pero en esos breves instantes ocurrió... El gafe había vuelto y se había llevado a mi bipe Carlos. Estábamos tan contentos por las notas que había sacado en el cole que al desaparecer así, de repente, toda la alegría desapareció de golpe. Buscamos por el parque, por la terraza donde habíamos estado. Nos acercamos hasta casa por si estaba esperando en el portal... volvimos a dar la vuelta y preguntamos a diestro y siniestro... Kido, que andaba por allí no le había visto, y el papá de una amiga de mi bipe tampoco. Abubipe empezó a pasarlo realmente mal, y cuando estaba a punto de llamar a la policía apareció. Nos dimos unos abrazos y juntos lloramos un poquito. ¡Uf, qué nervios pasamos!. Como comprenderéis de todo esto no hay fotos, no era el momento.

Pues aún hay más, porque al llegar a casa nos encontramos con mami que nos confirmó que le toca currar este mes de julio en las oposiciones... y lo peor es que yo también voy a pringar un poquito, porque con el horario de papi y mami, mi bipe Carlos se marchará con sus abuelos a la playa dejándome solito aquí, en Oviedo. Y digo bien solito porque mis papis apenas pisarán la casa y mis paseos serán cortitos y sin casi amigos... Voy a aburrirme como una ostra.

Y como los aburridos pasamos casi todo el tiempo recostados... y como es un ejercicio de las perrunolimpiadas, le pregunté a mi prima Cala si me podía dar unas lecciones... Como es muy sabia me dio dos lecciones que lo resumen todo; una, encontrar un sitio adecuado y dos, dejarse llevar una vez encontrada la postura idónea. Lecciones que se resumen en la foto de arriba.

Hoy, en el paseo vespertino, me encontré con una primita de Atila. Se llama Pepa -aunque su nombre real es otro- y enseguida conectamos. papi me dijo que tuviera cuidado con ella, que era muy joven todavía, pero me gustaba tanto que, cuando llegó Ford, me puse nervioso y le quise morder. Papi no me dejó y me lo puso bien clarito, que si me volvía a portar así me llevaría al vete... seguro también es obra del gafe y acabo allí.

Mañana vamos a celebrar el cumple de Carlos... Papi está haciendo uno de sus bizcochos... espero que el gafe no haga de las suyas, ya os contaré.

Unos buenos meneitos de rabo para tod@as y las pocas fotos las tenéis a continuación.

Buenas noches amiguitos

Se acaba la primavera

Yogui